Más o menos ya tenemos el cuadro completo del desplante hispano a
El peruano Cholo Toledo tampoco acudió, pero el más simpático de todos fue el presidente uruguayo, Jorge Batlle, quien advirtió: "No tengo dinero para volar a España ni para pagarme la estancia". Una disculpa genial, como alguien dijo, como para "alquilar balcones". Pero lo más significativo fue lo del brasileño Lula da Silva, Premio Príncipe de Asturias, quien consideró ineludible un viaje a Chile.
Por cierto, a lo mejor los hispanos piensan algo distinto a sus gobernantes, porque la boda fue un éxito de audiencia en toda Iberoamérica, muy especialmente en
Tampoco Europa quiso hacerse presente más de lo necesario para no provocar cabreo oficial (sólo oficioso). Y todo esto recuerda la parábola evangélica de los invitados a