No confundamos salarios y subsidios
Pues bien, no me parece bien el sistema alemán, consistente en que unas empresas no despidan a un trabajador a falta de pedidos, sino que reduzca su horario y este cobre menos sueldo y lo complemente con el subsidio.

Para eso, prefería el viejo sistema español en el que se permitía cobrar la prestación de desempleo de una tacada para crear tu propio empleo.

Las subvenciones públicas, el dinero público, puede emplearse en crear puestos de trabajo o en paga a las empresas que trabajan para el Estado para que no cierren ni reduzcan plantilla, pero no debe confundirse con el salario, porque con ello el Estado no apoya al trabajador, es decir, a las familias, sino que apoya al empresario, al peor de los empresarios: el que busca reducir sus costes privados con aportaciones públicas. Si el sistema del cobro único de la prestación se prestaba a la picardía, éste no digamos y, en cualquier caso, desnaturalizaría el paro.

Que no, que la gente, al menos la buena gente, no quiere subsidios sino salarios, no quiere una prestación por desempleo, lo que quiere es trabajar.

Eulogio López

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