- La Fundación Fedea pone cifras a los damnificados de la crisis aunque la economía se recupere.
- ¿Por qué no encontrarán trabajo Sobre todo, por la falta de adecuación de los trabajadores a las necesidades del mercado.
- Fedea explica que en los últimos años el trabajo se ha 'polarizado': han aumentado los empleos altamente cualificados o, por contra, los que no requieren de apenas conocimientos tecnológicos ni especiales habilidades.
De hecho, -explica la Fundación- las necesidades del mercado de trabajo han sufrido una evolución espectacular con el desarrollo tecnológico. En la mayoría de los países desarrollados, muchos puestos de trabajo han sido sustituidos, al menos parcialmente, por "máquinas" (trabajos rutinarios), mientras que otros son cada vez más demandados. Entre los últimos se encuentran tanto empleos poco cualificados, pero ligados a la atención personalizada (y en consecuencia difícilmente sustituibles por máquinas), como aquellos que requieren el uso de capacidades cognitivas y en consecuencia, exigen una alta cualificación. Este proceso se denomina polarización del empleo.
Un trabajo reciente de De la Rica, Anghel y Lacuesta destaca que en España se ha producido también este fenómeno de la polarización del empleo durante el ciclo 1997-2012. En particular, durante estos años las ocupaciones de técnicos y profesionales (altamente cualificadas) y las relacionadas con servicios personales (poco cualificadas) han crecido en importancia, mientras que aquellas relacionadas con actividades más rutinarias, tanto del sector servicios como del sector industrial, han perdido presencia en el empleo total.
Según Fedea, dicho proceso se ha acelerado durante los años de la crisis económica, tal y como parece haber sucedido en otros países de nuestro entorno. Esto parece indicar que la crisis ha podido servir para acelerar la apuesta por ocupaciones en auge en detrimento de ocupaciones que ya estaban en declive.
El trabajo también concluye que este proceso de polarización no ha afectado a todos los trabajadores por igual. El declive de aquellos puestos de trabajo que han sido sustituidos por los avances tecnológicos ha afectado mucho más a hombres que a mujeres, posiblemente debido a la mayor concentración de aquellos en dichos puestos. Por otra parte, se observa cierta movilidad ocupacional de los trabajadores jóvenes hacia puestos de trabajo más cualificados, mientras que dicha movilidad no se observa para los más adultos, quienes posiblemente no tienen acceso a estos puestos de trabajo por su escasa cualificación.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com