Contra todo pronóstico, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha validado el canon, o impuesto, que pagan las operadoras de telecomunicaciones francesas para financiar la televisión pública. Y todo hace pensar que, en lógica consecuencia, lo mismo dirá los mismos tribunales para el caso español, calcado del francés.
En definitiva, gana el duopolio televisivo -el duopolio de la telebasura vigente en España- formado por José Manuel Lara y Silvio Berlusconi (en la imagen) y pierde la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que tenía prevista la victoria judicial en Europa y devolver la publicidad a RTVE... y perdemos todos porque el duopolio Tele 5-Atresmedia seguirá imponiendo su información y su publicidad. El gran invento tecnológico de la TDT, llamada a ampliar el pluralismo informativo, ha servido para lo contrario: ahogar la diversidad de voces.
Como los jueces están locos (ponle una toga al hombre más templado y empezará a sentenciar barbaridades) uno no se explica por qué un sector, el de las telecos, tiene que mantener a otro sector, el de las televisiones públicas. Es como si, por ley, los carniceros tuvieran que financiar a los pescaderos en pérdidas, vía impuestos.
¿Por qué beneficia el fallo europeo al duopolio Porque -y esto sí atenta contra la igualdad de oportunidades- controlan la publicidad de la TV en España y porque fue cuando Zapatero decidió -otra de sus grandes ocurrencias- quitar la publicidad de RTVE y sustituirla por un impuesto a las operadoras. El beneficiario fue el duopolio, que absorbió en su cuota-parte de mercado publicitario (el 90%) los 450 millones de euros anuales que dejaba de ingresar RTVE.
Ahora ya no necesitan amenazar. Lo lógico es que Europa les dé la razón como se la ha dado a los franceses, y Telefónica y compañía tendrán que seguir financiando la tele pública.
Y los señores Lara y Berlusconi seguirán campando por sus respetos.
¡Que viva el pluralismo! ¡Que vivan los jueces!
Queda una esperanza. Que, como aseguran los anunciantes, se puedan considerar distintos el modelo francés y el español. Bueno, hasta ahora todos pensábamos que era calcado. En cualquier caso, los anunciantes también están cabreados con el duopolio. Y en Moncloa siguen empeñados en que el caso español es distinto y que sí podrán reintroducir la publicidad en RTVE. Veremos. Pero la cuestión de fondo sigue siendo la misma: hay que destruir el duopolio: en publicidad pero, sobre todo, en información.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com