El ex vicepresidente de Clinton podrá ahora disputarle la candidatura demócrata a Hillary Clinton

El ecopanteísta Al Gore, una de las piezas clave del Nuevo Orden Mundial, ha sido nombrado Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, por sus desvelos y lucha contra el cambio climático. No se sabe si ha conseguido mucos éxitos en la tarea pero, por de pronto, sus libros y conferencias donde emplaza a su apenado público para el desastre telúrico que se avecina, le ha proporcionado fama y dinero, la suficiente para aspirar a la Presindica de los Estados Unidos. No en vano perdió por la mínima en 2000 frente a George Bush, tras empeñarse en que Bill Clinton ni apareciera en la campaña. Los matrimonios Clinton y Gore nunca se entendieron pero hoy, sencillamente, ni se hablan. Desde luego, no le hace ninguna gracia la candidatura de Hillary Clinton a la Casa Blanca.

Gore es uno de los mejores paladines con los que cuenta el lobby abortista internacional, uno de los predicadores de que la mejor forma de acabar con el hambre es liquidar al hambriento, a ser posible antes de nacer.