No le sentó muy bien a la ministra portavoz la pregunta. Una plumífera le interpelaba sobre si el Gobierno pensaba rectificar o presentar sus disculpas a la Conferencia Episcopal por la polémica desatada en torno al Grupo Risa. "La directora general para las relaciones con la Iglesia ya ha dicho todo lo que tenía que decir", responde escueta la vicepresidenta.
Hombre, no, hay algunos detalles. Por ejemplo, ¿por qué se insiste en culpabilizar a la Iglesia cuando ya ha quedado aclarada la confusión entre gruporisa.com y el Grupo Risa que colabora en la radio de los obispo? ¿Quizás porque a Polanco no le venía bien el EGM? ¿Por qué es tan difícil pedir públicas disculpas? ¿Quizás porque son curas "tenebrosos"? Por cierto, que un periodista comenta en broma a la vicepresidenta si se va a volver a desatar el próximo fin de semana "Para reservar espacio, más que nada". No le hizo mucha gracia a doña Mª Teresa. Ha tenido que envainarse su locuacidad. Hasta Jueces para la Democracia se le subieron a las barbas. Y es que meter en el mismo pack a curas y jueces como "tenebrosos e inmovilistas" es demasiado.