En los casos de suicidio asistido, se equipararía al suicidio contemplado en el Código Penal. "No sería un tema nuestro, sino más bien de Justicia". Por cierto que Soria debe saber que la eutanasia también está tipificada en el Código Penal. Sin embargo, sí se muestra partidario de la "muerte digna", es decir, evitar el sufrimiento y la autonomía del paciente. Esto se concreta en reiterar los esfuerzos por los cuidados paliativos y limitar el esfuerzo terapéutico siempre que se le explique previamente al paciente y existan garantías de que el paciente entiende lo que se le explica. "Fijaos si soy restrictivo", añade sin que nadie se lo pida. Por cierto, que preguntado sobre la coincidencia de su puesta de largo con la inauguración de Diego Gracia del curso académico de la UCM, responde: "Admiro a Gracia por su calidad humana y profesional". No es extraño. Gracia es el intelectual que defiende la eutanasia y el aborto y Soria es el comercial. Uno es el ‘think tank' y el otro es el brazo ejecutor. Un tandem más que una coincidencia.
Por último, en los casos en los que no quede claro el supuesto, el Comité de Bioética deberá resolver. Quizás por eso su prioridad no es regular la eutanasia, sino implantarla por la puerta de servicio a través del Comité de Bioética que pretende nombrar. El consejo estará formado por 12 personas: 6 nombrados por el Gobierno y otros 6 por las CCAA.