Según me han contado, el caganet del belén de la Generalitat Catalana está profundamente enfadado.
Una de las primeras disposiciones del flamante ejecutivo catalán ha sido, parece ser, llevar en mano de un miembro del PSC al referido caganet la sentencia del Tribunal Supremo por la cual obliga a que el castellano, al igual que el catalán, sea lengua vehicular en el sistema educativo de Cataluña. Hasta aquí todo puede considerarse normal; el enfado proviene de que los folios de la sentencia se los han proporcionado tan mojados que ni siquiera puede efectuar la misión de limpieza prevista por las nuevas autoridades.
Manuel Villena Lázaro