El defensor de los derechos humanos Harry Wu ha denunciado este domingo la imposición de la "religión de Estado". Wu, que ha pasado más de 15 años internado en los gulags chinos ("laogai") y que ha publicado recientemente en España su biografía Vientos amargos, ha denunciado que el régimen instaurado en su país desde hace cerca de sesenta años no consiente la libertad de religión.
"No hay libertad de culto --ha asegurado Wu--. El catolicismo sigue siendo ilegal. Todas las iglesias y los templos son propiedad del Gobierno. Hay una religión de Estado que es el comunismo. Yo era católico, ese ha sido el motivo por el que he sido perseguido", recordó Wu durante su intervención en el Meeting, convocado por el movimiento eclesial Comunión y Liberación.
El disidente chino ha contado cómo se vive y se muere en los "laogai" y ha recordado que el régimen comunista ha provocado 50 millones de muertos, más que el holocausto y el régimen estalinista.