Fue un éxito, la convocatoria de La Noche en Blanco frente al Santísimo, en el monasterio de San Pascual Bailón, ubicado junto a la madrileña Plaza de Cibeles.

Y no gracias al señor alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, hombre laico donde los haya, que se negó a introducir la convocatoria del céntrico monasterio capitalino en su magna programación de La Noche en Blanco. Gallardón, como Kennedy, no quiere oler a católico.

Así que todo se hizo, incluido la seguridad, cada vez más necesaria por los ataques y profanaciones continuas que están sufriendo los templos católicos en España, se hizo a costa de voluntarios. Música sacra, poesía mística o contemplación, el punto más importante.  

La iniciativa de San Pascual ha sido estupendamente acogida entre el clero madrileño y algunos párrocos se plantean la adoración perpetua: en suma, sacar al Santísimo de los Sagrarios.

Esas son las armas ante la batalla que se está librando y que se va a intensificar: más confesiones, más eucaristías y sacar al Santísimo de los sagrarios. Templos abiertos 24 horas con el riesgo que conlleva, y oración constante. La estrategia es necesaria y, además, urgente.

Lo demás, por ejemplo, la política o los medios informativos, nunca cambiarán sin estos pasos previos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com