Saéz Merino, la empresa levantina que fabrica ropa vaquera (su marca más conocida es Lois, pero también destaca Cimarron) quiere despedir a más de la tercera parte de su plantilla (unos 550 trabajadores) y cerrar plantas en Valencia y Albacete. A cambio, advierte que abrirá planta en Maruecos y Túnez, donde los salarios medios no alcanzan la mitad de los españoles.
El líder de la firma, Vicente Sáez Merino, afirma que en 2005 se producirá una liberación textil global, dentro del marco los acuerdos OMC, por lo que países que pagan sueldos de miseria podrán competir con la firma.
Y en parte tiene razón, los acuerdos de liberalización comercial en el seno de la OMC no han logrado ligar unos mínimos salariales y de condiciones de trabajo a la liberalización del mercado.
Sin embargo, llama la atención que la firma Inditex (propietaria del hombre más rico de España, Amancio Ortega) que comercializa la famosa marca Zara, mantiene una política de ruptura con cualquier proveedor ubicado en el Tercer Mundo si estos no cumplen una serie de condiciones mínimas con sus empleados. Son lo que se dice dos estilos distintos… de reputación corporativa.