Sr. Director:
En el programa Madrid opina de Tele Madrid y al salir este tema, cada uno de los invitados hizo la precisión que consideró oportuna, y sin embargo nadie analizó el tema con rigor y veracidad.
De todas las ideas vertidas hay una que es muy importante rechazar plenamente y es la relativa a que es una demanda social, utilizando argumentos como: es algo esperado desde hace tiempo, es una demanda de diferentes colectivos, es una realidad social, no se puede mirar hacia otro lado.
Estas consideraciones son una falacia, no se puede legislar cualquier cosa simplemente porque es una demanda social, o es una realidad, según eso, por qué no se legisla cualquier cosa que se nos ocurre reprobable, como el maltrato psicológico o físico, la violencia de género, tan de modo ahora, como la drogadicción o la ludopatía, el robo etcétera.
El Derecho solamente tiene como finalidad reforzar los comportamientos positivos y rechazar o reprimir e incluso punir los moralmente reprobables. En la medida que el Derecho se separe cada vez más de la Ley Natural, la sociedad acabará desintegrándose, desapareciendo.
La Ley Natural no depende de que el hombre crea o no crea en ella y por tanto, su cumplimiento no solamente obliga a los creyentes sino a todos los hombres, como tal, la ley natural, emerge de la propia naturaleza humana y ésta como tal naturaleza, nadie ha podido demostrar por el momento que sea una ficción, una mera invención del hombre o que además cambie de una generación a otra, por eso se dice que la ley natural es INMUTABLE.
En cuanto a las causas del elevado número de abortos, que del orden de un 20% de los niños concebidos, nadie va a las causas que provocan dichos actos. Cuantas más campañas de sexo seguro y uso del preservativo se hagan banalizando el sexo, más embarazos no deseados habrá y más abortos. Los datos no engañan. La única posibilidad de romper este círculo vicioso es la educación en valores.
Por lo tanto, en el seno de una madre en el momento de la concepción hay una vida, y cualquier acto que impida el desarrollo de una vida, es una violación de la Ley Natural y por lo tanto el legislador y todos nosotros debemos proteger dicha vida.
Luis García
luniblan@yahoo.es