Respecto a la eutanasia, en un discurso a la Asociación de Médicos Católicos italianos, el Papa Francisco, subrayó que poner fin a la vida de un enfermo es "decir no a Dios, al considerar que el final de la vida lo decido yo", y aseguró que se trata de "un pecado contra Dios creador".
Ante ello, Francisco propuso "la compasión evangélica", que es "la que acompaña en el momento de necesidad, es decir, la del Buen Samaritano".
El papa pidió a los médicos, ante estos casos, "decisiones valientes", que vayan "contracorriente" y, en circunstancias particulares, "avalarse de la objeción de conciencia". "Vuestra misión como médicos os pone en contacto con muchas formas de sufrimiento y, por tanto, os animó a que os hagáis cargo, como buenos samaritanos, de cuidar de manera particular a los ancianos, enfermos y discapacitados".
Y es que las conquistas de la ciencia y de la medicina pueden contribuir a la mejoría de la vida humana en la medida en que no se alejen de las raíces éticas de tales disciplinas.
JD Mez Madrid