Según los hombres de Rodrigo Rato, España debe reformar su sistema de pensiones alargando la edad de jubilación. El FMI considera que los mayores peligros a los que se enfrenta la economía española son el envejecimiento de la población y el carísimo precio de la vivienda. El organismo económico más importante del mundo también aconseja que la fiscalidad en la compra de vivienda sea igual a la del alquiler. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, considera que el Fondo respalda la política económica del Gobierno Zapatero.
Lo más curioso del último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía española es que solicita una reforma urgente del sistema de pensiones, que desde 1997 ha progresado de forma decepcionantemente lenta. Recordemos que desde 1996 hasta 2004 el responsable de la política económicas española era Rodrigo Rato, hoy director del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En cualquier caso, lo cierto es que el FMI solicita una reforma, a la baja, naturalmente, del sistema español de pensiones, precisamente cuando el Pacto de Toledo II certificó los actuales parámetros para obtener una jubilación en España.
En otras palabras, aunque la pensión media española es la mitad que la alemana, al Fondo le parece excesiva. Por una parte, exige un alargamiento de la edad de jubilación, justo en el momento en que todas las grandes empresas españolas prejubilan aceleradamente a sus trabajadores ante la llegada de las nuevas Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) y cuando en España se han popularizado las prejubilaciones a partir de los 50 años. Pues bien, el FMI considera que debe alargarse la edad de jubilación, prevista a los 65 años de edad, y lo que es más importante, que para mantener nuestro sistema de pensiones hay que aumentar la contributividad. En definitiva, cotizar más por menos pensión.
Es más, la píldora amarga más lacerante entre las propuestas del Fondo es que exige una reforma de las pensiones de viudedad, naturalmente a la baja, que constituyen las reformas mínimas más mínimas de todo el sistema español. En definitiva, a pesar de la subida de las pensiones de viudedad decretada primero por el PP y luego por el PSOE, si a alguien trata mal el Estado español es a las viudas. Este informe recuerda cuando el FMI aconseja el fomento de las pensiones privadas a países africanos cuya población tiene una esperanza de vida no superior a los 45 años.
Por otro lado, el Fondo considera que el Plan de Choque para la Vivienda del Gobierno Zapatero camina en la buena dirección pero se queda corto. El FMI pide que se homologue la fiscalidad entre alquiler y vivienda y que se reforme la Ley del Suelo (es decir, que se liberalice el suelo).
Más píldoras amargas: las cláusulas de revisión salarial deben indiciarse respecto a la inflación subyacente y no al IPC global. El FMI considera que uno de los principales problemas de la economía española es el diferencial de inflación con nuestros principales socios comerciales, así como el endeudamiento de las familias por mor de los bajos tipos de interés.
Y, cómo no, la regulación de los horarios comerciales le parece al Fondo poco liberal. El ideal de los chicos de Washington consiste en que las grandes superficies hagan 24 horas los 365 días del año.
Por último, el FMI considera inadecuado los métodos de pago diferidos en la inversión pública en infraestructuras. Se refiere al llamado sistema alemán o pago pospuesto hasta la entrega de obra. En este punto no le falta razón, dado que el sistema alemán promueve que el Estado pague más tarde, sí, pero a costa de elevar el monto total del contrato, dado que los contratistas añaden en sus pujas el coste de la financiación de la obra.
Con todo lo anterior, quizás lo menos importante sea que el Fondo Monetario Internacional es menos optimista que el Gobierno Zapatero a la hora de medir el crecimiento económico de España para el próximo ejercicio 2005. Así, el Fondo considera que el PIB español crecerá un 2,6% frente al 2,9% que tenía previsto, y que ya había recortado en septiembre desde el 3,3%. Sin embargo, Solbes insiste y no varía su previsión de crecimiento : la economía española crecerá un 2% en 2005. No hay que olvidar que por debajo del 3% a la economía española le cuesta mucho esfuerzo crear empleo neto.