El mundo parece dividido entre el foro liberal de Davos y el populista de Portoalegre sin alternativa posible. En principio, derecha e izquierda respectivamente. Davos apuesta por un modelo de apertura comercial de bienes y servicios y libre tránsito de capitales. No se plantea en cambio la libre circulación de personas y trabajadores. Frente a esta asimetría, el Foro de Portoalegre plantea desde hace cinco años una alternativa globalifóbica: otro mundo es posible.
A esta alternativa se sumaron los frickies que en el mundo son con los mismos esquemas de homo economicus del Foro de Davos. El proyecto : la revolución. En este caso, la revolución bolivariana. Por eso no es extraño que este año el lugar elegido para el Foro de Portoalegre sea Venezuela. El petrodólar da para mucho. Y en el eje populista se encuentra ya el presidente argentino, Nestor Kirchner; el brasileño, Lula da Silva; el venezolano, Hugo Chávez; y por supuesto, el dinosaurio cubano, Fidel Castro.
Pues bien, parecía que el mundo estaba polarizado entre estos dos extremos. Pero no es así. Este miércoles se ha presentado en Madrid el Foro Ético Mundial (FEM), como la oferta de un modelo diferente basado en la ética como factor básico en las políticas nacionales e internacionales, la dignidad de la persona y el humanismo trascendente. Queremos aprobar un decálogo de principios para vencer la cultura de la muerte y la dictadura del relativismo, señala el coordinador general del FEM, Federico Muggembürg.
El proyecto se desarrollará los próximo 27, 28 y 29 de enero en diferentes ciudades de México. Analizarán temas relacionados con el medio ambiente, las relaciones laborales, la globalización, la mujer, etc. para concluir que sólo desde el corazón del hombre se puede llegar a descubrir la Ley Natural. Todo un acontecimiento que esperemos que ofrezca una luz diferente a la opinión pública internacional.