La situación de la educación en España no admite paños calientes. Cada año, cuando se publican los datos, nos encontramos a la cola de los principales indicadores europeos de calidad educativa y a la cabeza de los de fracaso escolar.
Desde el punto de vista legislativo nos encontramos en una encrucijada. La necesidad imperiosa de cambiar lo que se ha venido haciendo y al mismo tiempo de encontrar puntos de acuerdo entre los grandes partidos para no tener una nueva ley de educación cada vez que hay un cambio de Gobierno.
Lamentablemente, por parte del PSOE no ha habido la mínima voluntad de acuerdo. No ha sido fácil el camino, ni tiene pinta de que vaya a ser en el futuro, pero el Gobierno ha llevado adelante la LOMCE, que al fin y al cabo no es más que un texto que toma como base la LOE para tratar de mejorarla en algunos aspectos.
Jesús Martínez Madrid