• La entidad gallega no será subastada, a diferencia de CaixaCatalunya.
  • Feijóo está empeñado en que Galicia tenga banco propio.
  • Y tras la victoria electoral, no se le puede negar nada.
  • Paralelamente, la entidad tiene dos frentes abiertos que erosionan su imagen: las indemnizaciones de ex directivos, y el asunto de las preferentes.

El presidente de Novacaixa Galicia Banco, José María Castellano (en la imagen), no ha parado de insistir en que la entidad puede seguir adelante en solitario. Eso sí, después de recibir 2.600 millones de euros del FROB. Además, están pendientes otros 6.000 millones de euros a cargo del préstamo europeo para la banca que todavía no se ha materializado.

El caso es que el FROB confía en Castellano y en que logrará el capital necesario para continuar en solitario. De esta manera, el banco no tendrá que ser subastado como, por ejemplo, CatalunyaCaixa (CX), cuyo proceso se paralizó en verano y que se reanudará una vez haya quedado 'limpia' de polvo y paja, esto es, de los activos tóxicos que pasarán al 'banco malo'.

La continuación en solitario de NCG Banco, además, respondería al deseo de Alberto Núñez Feijóo de mantener un banco gallego -el único que quedaría tras la absorción del Pastor por parte del Popular-. Sin duda, la posición de Feijóo no puede ser mejor dentro de su partido y, por tanto, del Gobierno español, después de ganar las elecciones gallegas con mayoría absoluta.

Al mismo tiempo, la entidad financiera tiene dos frentes abiertos que en mayor o menor medida están castigando su imagen. Hablamos del proceso abierto contra cuatro ex directivos de la entidad a los que Anticorrupción reclama la devolución de 7,8 millones de euros en concepto de indemnizaciones (vea aquí el documento de la querella interpuesta por la Fiscalía).

Precisamente, este lunes ha declarado en la Audiencia Nacional Julio Fernández Gayoso, el que fuera presidente de Caixanova y copresidente de Novacaixagalicia. Gayoso ha defendido las indemnizaciones a los directivos de la primera entidad porque, según él, se las merecían, al ser "los culpables del éxito" de Caixanova.

Mejor 'suerte' ha tenido José Luis Méndez, que ni siquiera está imputado a pesar de marcharse de la entidad que presidía -Caixa Galicia- con 18 millones de euros en el bolsillo en concepto de liquidación. Y eso tras verse obligado a renunciar a otros 11 millones de euros, presionado por el Banco de España, que le culpaba de la mala situación de la caja de ahorros. Los sindicatos todavía no se lo explican.

El otro asunto espinoso que rodea a la entidad presidida por Castellano es el de las preferentes. Hasta la fecha, unas 5.000 familias han recuperado su inversión gracias a los laudos favorables del Instituto Galego de Consumo.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com