El anteproyecto de Ley de Seguridad Social aprobado por el Gobierno este viernes contempla la ampliación del período de cálculo de las pensiones. Una medida necesaria para garantizar la viabilidad del sistema, que necesita ir equiparando las prestaciones recibidas a las aportaciones realizadas. Además, la reforma prohíbe jubilarse antes de los 52 años (casualmente la edad establecida por los grandes bancos para las prejubilaciones) e incentiva la permanencia en el puesto de trabajo más allá de los 65 años con mejoras en la pensión del 2% anual.

La reforma también modifica los períodos de incapacidad temporal y permanente y establece algunas mejoras en las pensiones de viudedad. Más estabilidad del sistema y más mejoras, según De la Vega. O dicho de otra manera: mejoras de las pensiones más bajas y rebaja generalizada para el resto.