La "productividad" fue el término que el actual fontanero de Moncloa, Miguel Sebastián, puso de moda en nuestra reciente historia. Finalmente, Sebastián se quedó con la brocha en la mano y Pedro Solbes ha asumido a la perfección su discurso. En su opinión, el modelo de crecimiento económico "está agotado" y es necesario ir introduciendo "sesgos" de cambio que permita aprovechar los impulsos anteriores, al tiempo que se produzcan cambios.
Según los cálculos del ministro de Economía, el 80% del crecimiento económico de los últimos años se explica por el crecimiento del empleo, mientras que sólo el 20% restante es explicado por un crecimiento de la productividad, que creció a tasas del 0,6% anuales. "El modelo ha funcionado, ¿por qué cambiar?", le preguntan al responsable económico. En su opinión, el crecimiento del empleo "no puede ser indefinido", por lo que es necesario plantear mejoras en el modelo que nos permita seguir creciendo.
Según Solbes, "estamos próximos" a que el empleo deje de ser un motor de crecimiento. Además, los factores "exógenos" que han ayudado al crecimiento económico de los últimos años, probablemente no vuelvan a darse en la misma magnitud. Ni los tipos de interés volverán a encontrarse en tasas negativas ni los fondos comunitarios llegarán a nuestro país en la misma forma en la que lo hacen ahora. En primer lugar, porque la UE se ha ampliado a 25 miembros y estadísticamente hemos dejado de ser pobres para ser ricos. Pero es que, además, las perspectivas financieras de la UE para 2007 suponen un verdadero apretón del cinturón de los países donantes.
En este nuevo escenario, la única batalla posible -a juicio de Solbes- es la de la productividad "cuyo beneficio social resulta incuestionable". Eso sí, esta batalla debe de darse por "toda la sociedad". O sea, nada de echarle el muerto al bueno de Solbes. Aquí, estamos todos en el mismo barco y quien quiera practicar la solidaridad, que empiece por casa, que diría Caldera.