Tras conseguir su primer éxito en la campaña de acoso a los presidentes de empresas privatizas (Alfonso Cortina, en Repsol YPF), el Ejecutivo Zapatero le ha cogido el gusto a los ceses forzosos. Además, considera que La Caixa es su mejor aliado, entre otras cosas porque es la entidad con mas vocación industrial y de permanencia, lo cual, sin duda, es cierto.
Por eso, se ha revivido la fusión entre Endesa, Gas Natural y Aguas de Barcelona, y ahora se le añade Repsol. Incluso, ya hay quien ha hecho el organigrama de la entidad resultante (si se juega a organizador de conspiraciones, conviene tener la lista final): Ricardo Fornesa como presidente no ejecutivo, Manuel Pizarro como vicepresidente no ejecutivo y Antonio Brufau como consejero delegado tremendamente ejecutivo. Al menos eso es lo que piensan en el departamento más catalán del Gobierno, aquel trozo del equipo económico más próximo al Tripartito catalán. Ni que decir tiene que Endesa se convierte así en pieza a absorber, no en empresa absorbente, a pesar de ser la primera eléctrica de España. Pero el papel lo aguanta todo.
Recuérdese que Caixa poseía una 12,5% del capital de Repsol YPF, lo que posibilitó la operación Cortina, y que posee un 5% de Endesa, que no se ha tomado la molestia en vender. Recuérdese, también, que Endesa es la eléctrica que suministra a Cataluña y recuérdese, finalmente, que Gas Natural lucha por hacerse un hueco en el mercado eléctrico, eso sí, con más lentitud de la que le gustaría a la empresa.
Una vez más, se pretende crear una gran empresa de infraestructuras con un núcleo de referencia llamado Caixa. Sólo que, una vez más, estas voces se han olvidado de contar con La Caixa. Por ejemplo, se olvidan de que, no una sino varias veces, el nuevo presidente de Repsol ha recordado que no quiere fusionar Gas Natural con esta petrolera. Por decir algo, ahora, Brufau pasa una semana al mes en la Argentina.
Además, según fuentes socialistas, una fusión de estas características forzaría a Iberdrola a jugar fuerte y a Emilio Botín a replantearse la venta de socios extranjeros de sociedades como Cepsa o Unión Fenosa.