Sr. Director:

Perdí la cuenta de las semanas de artificial polémica por parte del Gobierno contra los obispos, a los que se deniega el derecho civil a expresarse, todo ello aderezado con descalificaciones, amenazas e insultos también de grupos mediáticos y periodistas fieles a las consignas gubernamentales.

El radicalismo laicista de una parte de los socialistas ha instrumentalizado las palabras de la jerarquía católica para excitar el anticlericalismo cavernario.

La nota de los obispos defiende la libertad de enseñanza, el respeto a la mujer, la vida desde sus inicios hasta el final natural frente al aborto o la eutanasia. El terrorismo lo califica de "práctica intrínsecamente perversa", no reconociendo a las organizaciones terroristas como representantes políticos de la población. Está claramente contra las negociaciones como forma de conseguir objetivos políticos.

En cuanto al supuesto apoyo de la nota al Partido Popular, no existe párrafo alguno que así se pueda entender. Sólo hay que leerla. Se expresa el derecho de los católicos a militar en partidos, aunque "no todos los programas son compatibles con la fe". Es decir, ningún partido cumple todos los principios cristianos, aunque algunos puedan acercarse más a ellos. Me pregunto: ¿dónde leyó o más bien quiso leer ese apoyo que no asoma por ninguna parte del documento episcopal?

Para que no se hable de promesas incumplidas, negociación con etarras, subida continua del paro, entrada masiva de inmigración ilegal o crisis económica, y de paso ganarse el voto de extrema izquierda, el Gobierno de Rodríguez Zapatero creó éste escándalo, callando que Mansur Escudero sí pidió el voto explícitamente para la izquierda a la comunidad musulmana.

El Gobierno nos está mostrando que con su intolerancia que pretende acallar el pensamiento discrepante hacia su ideología política, satanizando a quiénes no se ajusten a lo políticamente correcto que ellos marcan.

Josefa Bustamante Corpas

bustamantecorpas@yahoo.es