El Gobierno tiene claro que el término nación no debe de aparecer en el articulado del Estatut. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo aseguran que podría ser que la reivindicación nacionalista apareciera en el preámbulo del texto. Por su parte, la vicepresidenta De la Vega, considera que existen avances en campos como la Justicia, la lengua y el esquema competencial. Un lugar donde existían importantes atascos durante la tramitación del Parlament.
La vicepresidenta considera que la reunión celebrada este jueves en un hotel de Barcelona puede ser un acuerdo de gran calado. Además, se muestra optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo a pesar de que hay a quien le interesa el fracaso. ¿Los marcos de referencia gubernamentales en esta negociación? Los archiseñalados: profundizar en el autogobierno, respeto a la Constitución y defensa de los intereses generales.
Por otra parte, De la Vega ha señalado que la oferta del PP para alcanzar un consenso es poco creíble Y eso a pesar de que El País señalaba el pasado miércoles que las enmiendas de populares y socialistas eran muy parecidas. El Gobierno tiene claro su objetivo de arrinconar al PP y la respuesta la tenía bien preparada la vicepresidenta. Estas son las razones esgrimidas:
- El 75% de las enmiendas presentadas son de supresión.
- En las enmiendas que no son de supresión, la propuesta viene a ser quedarse como estábamos.
- No se entiende por qué el PP está a favor de los derechos y deberes de los valencianos y no de los catalanes. No sé con cuál quedarme.
- Negar la ampliación del plazo y al mismo tiempo quejarse de quedar excluidos de las negociaciones resulta incompatible.
¿Conclusión? El PP parece más empeñado en obstaculizar que en acordar y su propuesta de pacto parece destinada a vender a la opinión pública de que prefiere el consenso, señala De la Vega, quien apostilla: Prefiero a este Rajoy ofreciendo pactos que lo contrario. Menos mal que la vicepresidenta no suele manifestarse sobre las declaraciones de la oposición.