Al Ejecutivo no le resulta suficiente con las medidas de gracia de Instituciones Penitenciarias

Quince delincuentes, quince, son los indultados por el Gobierno en Consejo de Ministros del pasado 24 de julio, según publicaba el BOE este jueves 28. Se trata de delincuentes relativamente menores. Pero delincuentes. Y a pesar de que en la lista se encuentren apellidos vascos, nada tiene que ver con ‘kale borroka' ni similares, según confirman fuentes del Ministerio del Interior.

En todo caso, la figura del indulto, sigue chirriando. Supone una grieta a la división de poderes. El judicial juzga y el ejecutivo gestiona. ¿Por qué indultar a alguien que ha sido juzgado y sentenciado con todas las garantías de un Estado de derechos y -a juzgar por la opinión de los españoles- excesivamente garantista? No se entiende si no es desde una óptica paternalista. Porque es que además, el Gobierno cuenta ya con unas instituciones penitenciarias que gestionan -a veces con enorme laxitud- los permisos, salidas, terceros grados, etc. ¿Por qué sumar ahora los indultos? Y encima con ‘vacacionidad' y alevosía… Para que no se entere nadie.