- Arabia Saudí, Jordania, Bahréin, Qatar y Emiratos Árabes Unidos han participado ya en los bombardeos liderados por Estados Unidos.
- Aunque el primer ministro no explica las razones, todo apunta a la profesión sunita de esos países, como el Estado Islámico, mientras la mayoría en Irak es chiita, como Irán.
- Los ataques aéreos no detienen a los yihadistas del EI: toman la mayor parte de otra localidad en el oeste de Irak.
- El conflicto se complica en el lado turco: el PKK advierte a Ankara que abandonará el diálogo de paz si el Estado Islámico comete una masacre en Kobani (Siria).
Ante sucesos como este, la coalición liderada por Estados Unidos ha llevado a cabo últimamente más de 230 ataques aéreos contra las posiciones del Estado Islámico en Irak desde el pasado mes de agosto. La operación se amplió el 22 de septiembre a Siria, donde ya ha completado 70 ataques. Arabia Saudí, Jordania, Bahréin, Qatar y Emiratos Árabes Unidos han participado en la campaña de bombardeos en Siria.
En concreto, las aeronaves de combate de los países árabes aliados de Estados Unidos han bombardeado objetivos en Siria pero, hasta el momento, sólo Estados Unidos, Francia y Reino Unido han atacado en Irak.
Pero hete aquí que al primer ministro iraquí, Haider al Abadi (en la imagen), no le gustaría que esos países árabes que apoyan a Estados Unidos en su campaña contra el Estado Islámico bombardeen las posiciones de los yihadistas en territorio iraquí, aunque no ha explicado por qué. Pero está claro: esos países son sunitas, como el Estado Islámico, e Irak tiene mayoría chiita, como Irán. De esos mismos países, sobre todo en las petromonarquías del Golfo, está el origen de muchos fondos que han nutrido financieramente a los terroristas del EI.
No obstante, Al Abadi ha agradecido la "cobertura aérea" americana que le ayudará a derrotar a los yihadistas. También ha subrayado que no será necesario desplegar tropas sobre el terreno que no sean iraquíes. "Somos muy claros al asegurar que no aceptaremos tropas sobre el terreno que no sean tropas iraquíes", ha remachado.
Igualmente ha asegurado que las fuerzas del Gobierno han logrado "contener" la amenaza del Estado Islámico. Ha ha indicado que está impulsando la restructuración del Ejército y ha pedido a Reino Unido ayuda en materia de formación, Inteligencia y tecnología. El primer ministro británico, David Cameron, ha aceptado darle asistencia.
No muy lejos de allí, en Siria, terroristas del Estado Islámico asedian la ciudad de Kobani desde hace más de dos semanas y han provocado que más de 150.000 kurdos sirios hayan cruzado la frontera hacia Turquía.
Pero el líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, ha advertido al Gobierno turco de que pondrá fin a las conversaciones de paz si los milicianos del Estado Islámico cometen una masacre en la localidad siria de Kobani, con mayoría de población kurda y situada en la frontera con Turquía.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comenzó el proceso de paz con Ocalan y el PKK en 2012 con el objetivo de poner fin a 30 años de insurgencia protagonizada por miles de milicianos kurdos que piden más derechos y mayor autonomía para su pueblo. El conflicto ha acabado con la vida de más de 40.000 personas, en su mayoría kurdos.
Las fuerzas kurdas aliadas al PKK, las denominadas Unidades de Defensa Popular (YPG), están combatiendo contra los milicianos del EI que están rodeando Kobani. El PKK está catalogado como grupo terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com