Aunque la vicepresidenta se niegue a pronunciar la palabra cárcel

 

La superportavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría compareció en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de este viernes, donde se analizaron los últimos informes de la Ley Orgánica de Estabilidad y Sostenibilidad presupuestaria.

Agradeció Soraya el apoyo de las Comunidades Autónomas hacia una mayor transparencia en sus cuentas y a la austeridad, pero aprovechó las preguntas de los periodistas sobre el presunto caso de malversación de fondos de la Junta de Andalucía  para explicar que "si bien no hay retroactividad, la legislación que existe actualmente contempla la inhabilitación. En algunos casos se puede estudiar si hay o no dolo penal. Vamos a elaborar un régimen de sanciones que contemple y fije con precisión cada caso, con obligaciones que se deben cumplir."

¿Podría alguien ir a la cárcel en una Comunidad Autónoma por haber infringido la ley?, preguntaba un periodista. "La pena de prisión no es la única -insistía Soraya- pero repito, se van a fijar las leyes, y si hay que hacer un reproche penal porque ha habido un incumplimiento doloso se hará".

Soraya, que comenzó su debut hace un mes hablando en plata, va adquiriendo el lenguaje alambicado de la ministra de Economía, Elena Salgado, pero su gestualidad lo dice todo. Sólo le faltó pegar un  puñetazo en la mesa. Los de la Junta pueden echarse a temblar.

Sara Olivo

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