Lo de siempre: se anuncia un pacto de Estado de Educación, pero se queda en un pactito de Estado. Es lo mismo que ocurrió con el diálogo social. El Gobierno quería la foto y buscaba un acuerdo de mínimos. En el caso educativo, la estrategia es ala misma. Si nos ponemos a debatir sobre lo que nos desune..., reconoce el ministro Gabilondo. Así que todo pasa por seis o siete puntos que se llevarán al diálogo político.
Prioritario el diálogo parlamentario. Gabilondo reconoce que ya ha iniciado los contactos desde su comparecencia parlamentaria. Pero además, señala que ha buscado explícitamente el acuerdo con el PP. Todavía no se ha producido por problemas de agenda, pero se producirá en breve. ¿Y todo eso para qué? Para nada. El discurso de Gabilondo, de Zapatero, de De la Vega y de todo el Gobierno es que hay un clamor popular en que haya una estabilidad en el sistema educativo; no puede ser que en 30 años de democracia hayamos tenido 7 sistemas educativos diferentes. Lo que quizás olvidan es que todos los sistemas educativos que han sido implantados han sido promovidos por gobiernos socialistas. Y quizás también se olvidan de que la reforma educativa emprendida por Pilar del Castillo gozó el consenso unánime de toda la comunidad educativa.