El Ejecutivo vende "normalidad y diálogo" en la nueva Ley del Aborto
El discurso de ahora es que el aborto es "una decisión muy difícil". Así que De¿Caminan os hacia una ley de plazos? ¿21 semanas? ¿Se reabrirá la confrontación con la Iglesia? De la Vega no quiere más debate del indispensable. Afirma que los trabajos acaban de comenzar por parte de la comisión de expertos y que habrá que dejarlos trabajar. Reconoce a Hispanidad que la citada comisión no es "plural" como prometió antes del verano, pero que el Gobierno va a escuchar a todo el mundo, todo lo que tengan que decir.
Pide un debate "tranquilo y sereno, sin dogmas ni posiciones previas". ¿No supone un apriorismo haber seleccionado una comisión de expertos absolutamente sectarizados hacia el mal llamado ‘derecho' al aborto? ¿Y qué pasa con la oposición vaticana que ya se ha manifestado a través del cardenal Levada? "Queremos diálogo y acuerdo; respetamos todas las posiciones", responde De la Vega. Lo dicho: no más enfrentamientos que los necesarios. Estamos al inicio del debate y hay que aguantar.
Por último: ¿teme el Gobierno que se incremente el número de abortos como sostienen los expertos? La vicepresidenta muestra su sorpresa por el hecho de que se puedan hacer predicciones sobre una ley que no existe. Es muy fácil, Mª Teresa, es lo que ha pasado en todos los países que han pasado de un modelo garantista con la vida intrauterina a una Ley de Plazos por la que trabaja el Gobierno, aunque se esconda en esos ‘expertos' teledirigidos. Pero lo más llamativo es que De la Vega niegue que sea posible anticipar el resultado para afirmar inmediatamente después que "no se va a producir ningún incremento en la cifra de abortos por una ley". ¿Pero no habíamos quedado que no era posible hacer predicciones?