No hay nada atípico o anormal en el encuentro que el pasado 6 de noviembre mantuvieron el presidente de la Comisión, Durao Barroso, y el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Al menos así lo entiende la vicepresidenta De la Vega, que considera normal y habitual esos encuentros. Además, De la Vega también resta importancia a que Durao viajara en avión oficial del Gobierno español. Es habitual que esto ocurra con el secretario general de NNUU o con el Presidente de la Comisión porque ellos no disponen de esos medios, apunta.
Sobre el contenido del encuentro, De la Vega informa que la mayor parte del tiempo hablaron sobre el problema de la inmigración, que España introdujo en la agenda del próximo Consejo Europeo. También hablaron siempre la versión de la vicepresidenta- d4e las perspectivas financieras. Hablamos de los temas que tenemos ahora mismo encima de la mesa, se excusa la vicepresidenta.
Y sí, efectivamente hablaron sobre las perspectivas financieras (los presupuestos de la UE), sólo que el acuerdo alcanzado con Zapatero fue de renunciar a las exigencias que España había manifestado tímidamente hasta la fecha a cambio de hacerse con el expediente que tenga que manifestarse sobre la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Así se lo han confirmado a hispanidad fuentes cercanas a las conversaciones. O sea, que sí, que hubo presión por parte del gobierno español para garantizar la españolidad del expediente, pero la presión puede salir muy cara
Porque desde Economía se había trabajado con un documento titulado El problema español que apuntaba los riesgos de la anterior propuesta de presupuesto comunitario. Un documento que hoy se encuentra en el archivo circular. Quizás por eso Solbes afirmaba este jueves que se sentía como Iker Casillas, pero algo más viejo y más escéptico.