Resolución del Ministerio de Justicia, que lidera el ministro Francisco Caamaño: el juez Fernando Ferrín Calamita, condenado por pedir informes periciales sobre la conveniencia de que dos lesbianas eduquen a una menor: el juez tendrá que devolver antes de septiembre los 80.000 euros cobrados desde que fue condenado.
Por pura casualidad, al muy perseguido juez Garzón se le condonó los 75.000 euros cobrados mientras estuvo en excedencia, dando clases den Nueva York, donde también cobró, claro está. Y es que la Ley dice que se debe abonar el sueldo base a un juez suspenso mientras dura la tramitación del proceso penal.
El ensañamiento del Gobierno Zapatero, siempre atento al lobby gay, con el juez Ferrín comienza a resultar patológico. Pero es que Ferrín no es de los nuestros ni de los suyos.
Miriam Prat
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