De la misma forma, aunque no está claro si en este punto el Gobierno confunde sus deseos con la realidad, el Ejecutivo prevé un fuerte aumento de la inversión en bienes de equipo (la inversión extranjera cae en picado) y un más moderado crecimiento del sector construcción.
No olvidemos que la economía española está creciendo gracias al consumo interno (con un fortísimo endeudamiento de las familias, que aprovechan una etapa histórica de tipos bajos) y gracias al imparable aumento de la construcción de viviendas y de su venta a alto precio.