El arzobispo de Lisboa ha tenido que aclarar la postura de la jerarquía católica en términos inequívocos (ver agencia Zenit), toda vez que el Gobierno de José Sócrates ha intentado manipular las declaraciones del cardenal José da Cruz Policarpo, patriarca de Lisboa, sobre el referéndum para legalizar el aborto convocado por el Ejecutivo socialista portugués, con el apoyo entusiasta del Gobierno español de Rodríguez Zapatero.
Monseñor José da Cruz Policarpo ha tenido que afirmar que la defensa de la vida no es religiosa, no significa no defender el aborto. Afirma el prelado que la postura de la Iglesia sobre el aborto no cambiará jamás, a penas horas después de que Benedicto XVI insistía en que no puede considerarse católico un político o un ciudadano que no defiende la familia y la vida.
Ya hubo un referéndum en Portugal donde ganaron los defensores de la vida, pero ahora el Gobierno Sócrates insiste: se supone que el primer referéndum donde ganen los abortistas será el definitivo. Es lo que se conoce como el efecto Québec: la primera consulta donde ganen los independentistas de esta zona francófona del Canadá puede ser la última. Por otra parte, el Gobierno socialista portugués tiene listo el esquema española para ser aplicado en el país vecino : si logra un resultado favorable a la despenalización, ésta se arbitrará según el modelo español de 1985,con el famoso supuesto de peligro para la salud psíquica de la madre, según el cual se producen el 95% de los 90.000 abortos anuales en España. Y ojo, a pesar de lo que la gente cree, este supuesto se aplica en cualquier momento del embarazo, incluso en vísperas del nacimiento. En otras palabras: es el aborto libre disfrazado de aborto según supuestos. Por eso España se ha convertido en el paraíso del aborto en Europa