Ha sido un apagón mínimo y la reacción de respuesta hay que reconocer que ha sido rápida: 45 minutos. Los afectados son 4.500 usuarios, en el centro de Madrid. La causa, el fallo en un centro de resistencia de la compañía Iberdrola. Una broma macabra del destino porque 24 horas antes, el consejero delegado, Ignacio S. Galán, aseguraba que no tenía por qué haber problemas en el suministro eléctrico durante el presente verano.
Lo cierto es que entre los apagones de Endesa en Sevilla y Melilla, el incendio en la subestación de Unión FENOSA y los incidentes de Iberdrola, al Ministerio de Industria se le ha ocurrido un plan. Pretende el Gobierno mejorar las redes de distribución eléctrica (en alta, media y baja tensión) dada la coincidencia de opiniones al respecto: la red eléctrica española deja mucho que desear. El Gobierno ligará la retribución del coste de distribución vía tarifa al alza, a cambio de que las compañías eléctricas se comprometan a invertir más en la mejora de la red y en la calidad del suministro. Y no es mala idea.