Aunque las lluvias de las últimas semanas han colocado el agua de los pantanos en los lugares en los que estaba hace 10 años, la realidad de la lluvia es desigual. Mientras que Galicia se inunda, el agua no termina de llegar a Valencia, Murcia y Almería. Así que el gobierno, en aplicación del interés general y haciendo equilibrios con los intereses de los distintos territorios, ha aprobado un trasvase de 12 hectómetros cúbicos del tajo al Segura además de uno destinado a Almería, en donde la gota de agua se convierte en tomate de invernadero.
De esta forma, el gobierno no sólo soluciona un problema acuciante de agua, sino que lanza un mensaje muy claro a los barones populares y socialistas: el agua es un asunto de Estado, los estatutos no van a bloquear los ríos y el Estado seguirá gestionando el agua que tengamos con criterios de racionalidad, pero también solidaridad e interés general.