Discurso triunfalista y feminista del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, para quien la moderación salarial es uno de los soportes del crecimiento económico. En definitiva, la economía marcha mejor que las economías particulares. Advirtió a empresarios y sindicatos que no deben poner trabas a los trabajadores rumanos o búlgaros, porque siempre podrán trabajar por cuenta propia; horas después, Moratinos anunciaba una moratoria de 2 años
Es el gran vendedor del Ejecutivo Zapatero. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera considera que la economía española sencillamente no puede ir mejor. Sus palabras recuerdan el viejo lema de divertir instruyendo, porque la intención del Gobierno Zapatero no es otra que atender las demandas sociales generando nuevos derechos, y todo ello con un mejor crecimiento económico. Es más, quizás ustedes no se hayan dado cuenta, pero están viviendo un nuevo ciclo, una nueva generación de reformas estructurales.
Según Caldera, en 2010 la renta per cápita española alcanzará la europea. Por el momento, lo que hemos alcanzado es la tasa de actividad de la UE (66%), con 2,3 millones de empleos creados en dos años y medio, de los que más de la mitad son mujeres. Resulta curioso que con esos 2,3 millones de empleos creados, el paro sólo se haya reducido en 500.000 personas. ¿Qué significa eso? Pues que, además de la llegada de inmigrantes, que cobran salarios muy bajos, los sueldos en general no permiten sostener a una familia. Las cifras ofrecidas por Caldera certifican que, en efecto, las cifras macroeconómicas son risueñas, pero que se está haciendo a costa de salarios bajos y viviendas claras. La política económica del Gobierno Zapatero ha generado que las clases bajas y buena parte de las clases medias, especialmente los jóvenes, no puedan vivir con un solo salario, que se lo lleva el alquiler o la hipoteca. Es el tipo de sociedad y economía que los norteamericanos denominan dos salarios, ningún hijo. Incluso, el joven que vive solo puede precisar dos salarios para salir adelante. Según Caldera, el Gobierno no percibe un incremento importante del pluriempleo, por lo que no piensa tomar medidas al respecto. Pero lo cierto es que el pluriempleado suele tener una única cotización con la Seguridad Social, y la otra pertenece a la economía sumergida.
Como consecuencia de todo ello, en España se vive una época de invierno demográfico, en la que las tres cuartas partes de niños nacidos son hijos de inmigrantes. Según Caldera, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social asegura la viabilidad del sistema, pero en un sistema de reparto no hay fondo que pueda asegurar nada: o nacen niños futuros contribuyentes o el sistema queda abocado a la quiebra.
Cuando Hispanidad le pregunta al ministro si la igualación de la tasa de paro con Europa supondrá una homologación de salarios, el responsable de Trabajo insiste en que los salarios están mejorando, pero la conclusión más curiosa es la siguiente: la paz social y la moderación salarial son los soportes del crecimiento económico. Desde luego, no parece que la moderación salarial aumente ni el consumo ni la inversión privada.
Luego, insistente en su modelo, don Jesús repite lo siguiente: Existen 300.000 hogares en España, sólo, donde todos sus miembros están en paro y han crecido de forma extraordinaria el número de hogares en el que todos sus miembros están ocupados. No tengo aquí las cifras, pero son varios millones. Por supuesto que sí: son hogares de adultos sin hijos cuyos miembros tienen necesidad de trabajar. Además, Caldera insiste en que esos salarios bajos se compensan con el salario indirecto que suponen las prestaciones públicas, que en España, dicho sea de paso, son menores que en la UE. En definitiva, Caldera está afianzando la idea de que es compatible que la economía de un país marche bien (déficit público, creación de empleo, etc.) al tiempo que las economías de los particulares marche mal. Por ejemplo, España.
Por otro lado, Caldera respondió a los sindicatos y a los empresarios, especialmente a los primeros, que ponen pegas a la entrada de trabajadores rumanos y búlgaros, dos países que serán miembros de la UE el próximo 1 de enero. Caldera recuerda que estos ciudadanos tendrán permiso de residencia y, por lo tanto, podrán desarrollar cualquier actividad profesional por cuenta propia. No obstante, recuerda que aún no se ha tomado ninguna decisión. Pues bien, horas después, su compañero de Gabinete, el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, le ponía en ridículo al anunciar una moratoria de 2 años para la libre circulación de trabajadores rumanos y búlgaros. A eso le llaman coordinación.
Por supuesto, el discurso de Caldera es aún más feminista que el de Teresa Fernández de la Vega. A estas alturas, todo el mundo concibe que la ley de violencia de género no ha hecho otra cosa que aumentar la violencia de género. Sin embargo, lo que ocurre según Caldera, es que ahora conocemos esa violencia y que la sociedad se ha autoconcienciado de que hay que despreciar y acorralar al maltratador.
Inmigración, otro de los frentes que la oposición critica de la política de Caldera: Sé que después de decir esto, el PP me insultará, afirmó quien acababa de llamar hipócrita al PP, pero en 2003 llegaron más indocumentados por mar a las costas españolas. Respecto a los menores indocumentados a día de hoy, ninguna comunidad autónoma controlada por el PP ha puesto sus plazas de acogidas de menores a disposición del Gobierno las del PSOE ya han puesto 100.
Como guinda de la tarta, Caldera elogió su Ley de Dependencia, entre otras cosas porque fue aprobada por casi todo el arco parlamentario y la gran mayoría del Parlamento no se puede equivocar.