Hay gente que dedica toda una vida a un proyecto en el que cree. El director alemán Philipp Gröning ha tardado veintiún años en desarrollar este largometraje documental titulado El Gran silencio.

 

A lo largo de 164 minutos de duración sólo escuchamos silencio. Es la primera vez que se muestra en el cine el interior del Grand Chartreuse, un monasterio cartujo situado en los Alpes Franceses.

 

Según confesó Gröning, en su visita a Madrid, el objetivo de esta película tan singular era intentar conseguir que el espectador sintiera la tranquilidad de una vida fuera del mundo y reflexionara. De ahí que, constantemente, el cineasta recurra a tomas subjetivas con las que vemos, por ejemplo, copos de nieve al caer en el suelo, al igual que si mirásemos a través de una ventana.

 

El Gran Silencio muestra el paso de las horas, de las estaciones, que contrasta con la inamovilidad en la vida de los monjes que repiten, diariamente, sus oraciones y sus obligaciones.

 

Gröning rodó a lo largo de seis meses en este monasterio y afirma que nunca ha conocido hombres tan felices como los cartujos del Gran Chartreuse. Saquen ustedes sus propias conclusiones

 

Una sola pega puede ponerse a esta película meritoria donde impera el silencio : es demasiado larga de contemplar incluso para aquellos que queremos vivir este viaje interior a un monasterio de vida contemplativa.

 

Para: Los que quieran conocer, desde dentro, la vida contemplativa.