Sr. Director:
El señor Zapatero, en el programa: Tengo una pregunta para usted de La 1 de TVE (26/1), impartió a la audiencia, entre otras, una lección práctica de sofismas, con el tema del aborto.
Hábilmente eludió el contestar si el embrión es algo o alguien, sujeto de derechos o no; es decir, si es persona o individuo. Desvió la atención del personal con el derecho de la mujer a disponer de su cuerpo -él no metería en la cárcel a ninguna mujer por abortar- y quiere, en esta legislatura, hacer firme la ampliación de la Ley del aborto, o de plazos, para homologar a España con países desarrollados, aunque él respeta otras opiniones como la de la Iglesia.
La réplica al gran sofista, es que el aborto no es cuestión sólo moral o religiosa, sino científica. Es la ciencia en general, la que afirma que desde el instante de la unión del espermatozoide con el óvulo (concepción) se genera otra vida humana en el seno de la mujer, distinta de la de su cuerpo, con derecho inalienable a su pleno desarrollo.
Todos hemos sido embriones antes de nacer. El suprimir en el vientre de la madre una vida humana es, además de un pecado gravísimo, un crimen punible.
El crimen del aborto en España tiene visos de verdadero genocidio y es la mayor lacra y vergüenza de nuestro siglo. Señor Zapatero, pasará a la historia como el máximo responsable de los crímenes contra la vida.
Miguel Rivilla San Martín
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