No me gusta el programa del sacerdote Javier Alonso Sandoica en 13TV, mera cuestión de gustos, pero hay que reconocer que este cura tiene amor de Dios, capacidad intelectual y valentía sobrada para hablar de Cristo en donde le pongan, también en la televisión. El Gran Wyoming, alias del bufoncillo televisivo José Miguel Monzón, se ha ensañado con Sandoica porque insultar a los cristianos es fácil: es sabido que sabe que responden poniendo la otra mejilla. Así, Monzón ha puesto en la práctica, en La Sexta, sus montajes habituales: ha troceado el programa de Sandoica en la cadena de TV de la Conferencia Episcopal y ha pergeñado un montaje aproximadamente repugnante.
Pero entre las innúmeras virtudes del sicario de Jaume Roures y José Miguel Contreras no se cuenta la valentía: jamás invita a sus injuriados. No le gustan las réplicas. Lo suyo es la ofensa sin posibilidad de defensa.
Un ejemplo: otro comecuras oficial, pero no pusilánime, Florentino Fernández, se llevó a "Otra movida", de A3TV, al sacerdote. Iban a por lana y salieron trasquilados. No sé si le desarmo más la caridad de Sandoica o su brillantez. En cualquier caso, Fernández se enfrentó a su víctima, Wyoming la apuñaló por la espalda. Yo me quedo con el comecuras Florentino.
También porque Monzón está pervirtiendo algo tan sagrado como la ironía de la que depende el futuro de la humanidad, estoy seguro. Este capón está pervirtiendo el humor, que en sus manos decae en mero insulto, es decir aquello que provoca la risa de todos los borregos cobardes y de cobardes borregos. El odio siempre es pusilánime. Cuando la persecución a los cristianos arrecie, el Gran Wyoming aparecerá como el adocenado útil que tiró piedras contra su propio tejado. El pobre es incapaz de darse cuenta de las consecuencias de sus actos.
Naturalmente, a los musulmanes ni tocarlos. Porque los mahometanos no ponen la otra mejilla. Con ellos, el grandísimo Wyoming se vuelve pávido. Lo suyo no es el debate.
Eulogio López
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