Los islamistas saben que gozan de impunidad en una Europa decadente y que abandona sus raíces, que no tiene nervio para enfrentarse ante la Yihad, y que todos aquellos que combaten el islamoterrorismo son traicionados. Aquellos musulmanes que buscan la libertad y la democracia se encuentran en franca minoría y se sienten dejados a su suerte por los países del Viejo Continente.
No tiene desperdicio. El informe nos llega por José Julio Alfaya.