En la misma línea que los thrillers judiciales basados en novelas de John Grisham, El inocente es la adaptación de un best seller de Michael Connelly, escritor que ya conoció otra adaptación al cine de una de sus obras: Deuda de sangre, dirigida por Clint Eastwood, en el año 2002.
Mick Haller es un abogado criminalista de Los Angeles que se pasa la mayor parte de su vida defendiendo a delincuentes de baja estofa, a los que atiende en un sedán Lincoln Continental que utiliza a modo de despacho. De improviso, Mick se topa con el que puede ser el caso de su vida: defender a un "niño pijo" de Beverly Hills acusado de intento de asesinato de una prostituta. Sin embargo, lo que en un primer momento parece un caso sencillo que le reportará un importante beneficio económico, no tardará en convertirse en un episodio que, además de poner en peligro su vida y la de su familia, desembocará en una crisis de conciencia para Mick.
Las historias de abogados siempre han brindado al cine momentos emocionantes. El inocente, sin ser renovadora en el género, cuenta con personajes con "alma" que se meten en el bolsillo al espectador: es el caso del detective que ayuda al abogado a resolver sus pleitos, que no sólo es empleado sino amigo leal (bien interpretado por William H. Macy, muy recordado por Fargo) así como la ex esposa del letrado con la que tiene una hija y no ha roto nunca definitivamente, encarnada por Marisa Tomei. Si a esto añaden un inquietante enfrentamiento entre abogado y cliente y una interesante evolución del personaje principal, que no por previsible deja de convencer, todo conduce a un largometraje trepidante, ideal para pasar un rato entretenido en una sala de cine.
Para el actor Matthew McConaughey el personaje de Mick Haller es un gran regalo dado el bache profesional que atravesaba. Se da la circunstancia de que los personajes de abogados siempre le han traído suerte a Mathew porque uno de los papeles más celebrados de su carrera fue su interpretación de uno en el drama judicial Tiempo de Matar.
Para: Los que les gusten los thrillers judiciales