A falta de su confirmación a mediados de diciembre, el IPC adelantado de noviembre ofrece una ligera subida de los precios: del 0,4%, frente al -0,6% del mes anterior. El dato no es todavía motivo para echar las campanas al vuelo porque, más que ser un indicador del aumento del consumo y, por tanto, de la mejora de la economía, se explica por la subida del precio del petróleo.
Por sí solo el barril de Brent logra convertir una situación negativa en una cifra positiva. Su precio en noviembre fue de 77,62 dólares, mientras que un año antes se encontraba en 54,75 dólares. Es decir, no sólo no mejora la economía, sino que se le suma un aumento de precios de los carburantes.