Más de 115.000 matrimonios fueron quebrados durante el año 2002. Además, desde 1996, la cifra de fracasos vitales ha ascendido un 40%, de forma que en la actualidad cada 4,6 minutos se produce una ruptura matrimonial. El nuevo fenómeno genera nuevos nichos de negocio: la celebración de la "fiesta de liberación", los hogares unipersonales y todos las empresas que giran alrededor de los "hogares solitarios".

Una huida hacia adelante que busca esconder el fracaso personal y vital disfrazándolo de "liberación". El Ejecutivo Aznar observa el fenómeno con distancia y hasta con cierto optimismo. Al fin y al cabo la ruptura matrimonial obliga a crear un nuevo hogar y eso relanza el mercado inmobiliario, base del modelo económico "ladrillista". La sensibilidad "popular" se dirige hacia el papeleo. Y así, tanto el candidato Mariano Rajoy como la Secretaria de Asuntos Sociales, Lucía Figar, han prometido la agilización de los trámites de separación y divorcio.

Sin embargo, el Gobierno popular desoye las recomendaciones del Consejo de Europa en el sentido de fomentar los Centros de Orientación Familiar (COF). Se trata de recomendaciones realizadas el 2 de septiembre de 1974 y el 27 de junio de 1980, donde el Consejo de Europa insta a los estados miembro a fomentar los COF, así como la utilización de los medios de comunicación públicos para potenciar una educación y cultura familiar.

En opinión del presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder, la promoción de los COF "servirían para paliar el drama de las rupturas matrimoniales en un país como España donde cada 4,6 segundos se separa una pareja". ¿Drama? ¿Qué drama? Liberación, construcción, crecimiento, empleo y satisfacción de las demandas de los ciudadanos. Avanzamos.