Grosero, excéntrico e impredecible, el sargento de policía Boyle supone un verdadero quebradero de cabeza para sus mandos. Esta situación se acentúa cuando a Boyle le encomiendan la misión de trabajar en un caso de tráfico de drogas internacional con un serio agente del FBI. El tranquilo condado irlandés de Galway nunca fue escenario de un caso policial tan peligroso…
Como ocurrió en España con Torrente, de Santiago Segura, el sargento de la policía Boyle se ha convertido en el antihéroe que más seguidores tiene en su país natal, Irlanda, donde esta comedia con toques de spaguettti western y diálogos al estilo de Quentin Tarantino arrasó en los premios de la Academia de Cine de ese país. Aunque el hasta ahora guionista, John Michael McDonagh, que debuta en esta película como director, se declara, sobre todo, admirador de Sergio Leone y del cine negro de los años 40…
Con un humor corrosivo y descreído con el que en algunos momentos se desmarca de la visión católica que todos tenemos de Irlanda, esta comedia negrísima cuenta con una actuación estelar del veterano actor Brendan Gleeson que encarna a ese policía de métodos poco ortodoxos
Sin ser una película recomendable para todos los paladares debido a su continuada zafiedad a El irlandés no se le puede negar comicidad y originalidad en su desarrollo.
Para: Los que disfrutan con las comedias como Torrente