Sin embargo, ninguna TV respeta el derecho a la intimidad de los familiares

Permítasenos un comentario sobre la libertad de expresión a raíz de este caso. Por una parte, la decisión del juez de guardia que se personó junto al fiscal, el secretario judicial y todo el juzgado en el Ifema. Ordenó el ‘secuestro' de las imágenes del accidente recogidas por los servicios de emergencias del aeropuerto de Barajas. ¿Por qué? Está bien que se sea delicado con los fallecidos, pero la caída del avión es información, no morbo. Y como la información no existe, las televisiones han tenido que hacer un diagrama para explicar lo sucedido.

Suponemos que el juez argumentará que no quiere que la información salga hasta que no esté la investigación terminada. Pero en este caso se ha producido un exceso de celo. Porque aún suponiendo que el juez sospeche de atentado terrorista, no se explica en qué se preserva la investigación secuestrando las imágenes.

En el otro lado de la moneda, el exceso de los periodistas congregados en Barajas y en el Ifema. Como si de políticos se trataran rodeaban a los familiares para agarrarles una declaración sin que se les escapara. Una práctica muy sana para los políticos: Ud. que es hombre/mujer público, contesta a la opinión pública. Pero los familiares no son personajes públicos. Ni tampoco saben cómo zafarse de estas situaciones. Así que se trata de una encerrona claramente inmoral. Tan inmoral como que muchos familiares se taparon la cara como si fueran delincuentes. ‘Respete Ud. la intimidad de mi dolor', venían a decir. Y tienen todo el derecho a que esa intimidad sea respetada. Porque una cosa es información y otra el morbo.