Si el vídeo encargado por UGT para calentar la huelga del 29 de septiembre tiene éxito, definitivamente estamos en un país de menores de edad. El vídeo es una absurda miniserie en el que el protagonista, Chiquilicuatre, hace de empresario cutre que no sabe cuál es su actividad, abusa de sus empleados, resulta histriónico, pero verbaliza los mensajes empresariales de la ortodoxia: control salarial para la creación de empleo. No sólo eso, sino que el empresario malvado culpa a los socialistas de la crisis y considera que el PP podría sacarnos del agujero. Lamentable. Una caricatura del empresariado absolutamente intolerable en la que el mayor argumento político se resume en que "es pa mearse en las bragas". Un guión fino donde los haya.
Lo que pasa es que el vídeo termina con una frase boomerang que se les puede venir en contra. Porque afirma que los que nos han metido en la crisis no nos pueden sacar de ella. ¿No es el Gobierno quien nos ha metido en la crisis?, ¿no ha sido Zapatero quien no la previó, ni la gestionó, no la reconoció?, ¿por qué va a ser el mismo equipo el que tenga la varita mágica de la solución? Ni una sola crítica al Gobierno y todas a la oposición. ¿Sindicatos? El 29 de septiembre es una fecha histórica desde la óptica sindical, señala Cándido Méndez. Cierto: será la fecha del enterramiento del sindicalismo tal y como lo conocemos.
Andrés Velázquez
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