La prensa italiana, que no es precisamente católica, ha reaccionado con asombro y cierto escándalo ante la nueva locura española: un grupo de homosexuales que adoptan su primer hijo según la ley Zapatero del gaymonio (ya había adopciones por vía judicial y otras varias de hecho). Para ser exactos, la noticia de la adopción homo en Cataluña, otra vez a la cabeza del país- tuvo más repercusión en la prensa italiana que en la española, dominada por un letargo que ya dura varios inviernos. En general, la prensa italiana, de izquierdas y de derechas, considera que, sencillamente, los españoles han perdido el juicio. El propio Romano Prodi, de visita en España, declaró recientemente que la ley de ZP sobre homomonio no sería aceptada en Italia, una diplomática forma de decir que el Gobierno y la sociedad españoles están desquiciados.
Ahora, una lesbiana ha conseguido en Algeciras colarse como madre del bebé in vitro de su compañera, pre-anunciando el glorioso futuro que predica el Nuevo Orden Mundial (NOM): sexo sin concepción y concepción sin sexo. El diario El País lo ha vendido con entusiasmo, justo al lado de la noticia, sin tapujo alguno, de la que dábamos cuenta en nuestra anterior edición: el primer ministro portugués, José Sócrates, ha inciadio su carnaval para legalizar el aborto en Portugal de la mano de una embajadora de Zapatero : Maribel Montaño, secretaria de Igualdad del PSOE. La solidaridad en el Imperio de la Muerte es coriácea. Montaño tuvo un puesto de honor, como corresponde a un partido como el PSOE de Zapatero, que en su progresismo raya la locura. El mandatario portugués afirmó que la ley de Portugal, que protege la vida del no nacido, tiene a Portugal entre los países más atrasados de Europa. Con ello ha quedado claro el concepto que la progresía tiene del progreso. Consiste en asesinar a inocentes.
Eso sí, al menos en Portugal se recurrirá al referéndum, mientras que en España (más de 80.000 abortos anuales en 2004) Felipe González legalizó el homicidio de niños por decreto y José María Aznar no modificó la ley, además de legalizar la distribución de la píldora abortiva. Eso sí, en Portugal practican la táctica de convocar cuantos referéndum sean necesarios. La primera consulta que apruebe el aborto será la definitiva.
Para completar el día, China, sede de la gran matanza de seres humanos no nacidos, pretende ahora pagar a los campesinos para que no tengan más de un hijo, que es la norma oficial. Si renuncian a ello, recibirán una subvención de 60 euros anuales, (aproximadamente los ingresos mensuales en la zonas agrarias) además de disponer de medios contraceptivos gratis.
En verdad, el 16 de octubre fue un lunes negro para los no nacidos y para la vida.