El Gobierno galo pretende paralizar las compras de inmuebles en Paris por parte de españoles, que ya alcanzan los 12.000 millones de euros

La diferencia es sencilla: el gobierno francés protege a sus empresas y el español las abandona. Se ha podido comprobar con los casos de Telefónica y Sacyr y se puede comprobar con la nueva normativa sobre Sociedades de Inversión Inmobiliaria Cotizadas (SIIC). Los franceses han cambiado la normativa y han subido el impuesto de sucesiones como instrumento para detener las fuertes inversiones españolas en inmuebles franceses, especialmente en la región de París. Hablamos de más de 12.000 millones de euros invertidos, principalmente, por cinco inmobiliarias españolas: Metrovacesa, Testa, Colonial, Realia y Restaura.

La decisión francesa, según el sector inmobiliario español, atenta no sólo contra la normativa comunitaria, sino contra los tratados de doble imposición.

En el entretanto, la francesa Veolia ha comprado la española DHA para participar en el fructífero sector de aguas en nuestro país. Es lo que se llama reciprocidad.