La operación Liberty supone la supervivencia para PRISA, especialmente para su consejero delegado, Juan Luis Cebrián, que logra mantenerse como referente de la empresa en la era post-Polanco. Ahora bien, la entrada del capital riesgo hace prever en los mercados una huida inmediata, antes de lo esperado. La adquisición de acciones por parte de Liberty consigue un aumento del precio de PRISA que podría ser tan sólo un espejismo, puesto que existe el peligro de que los nuevos accionistas llegados de la mano de Liberty vendan en poco tiempo para asegurarse la plusvalía. El efecto sería una nueva caída del valor del grupo, acentuado, si llega el caso, por el empeoramiento de la economía.
Mariano Tomás
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