Ya la llaman la CAV o Cumbre hispano-francesa de Alta Velocidad. En media mañana, el equipo de Jacques Chirac y el que presidía Rodríguez Zapatero, pasearon por Gerona, besaron mujeres y algún niño que había hecho pellas, se levantaron las manos, posaron para los fotógrafos y arreglaron el problema de Oriente Medio. No hay nada más superficial que el tratamiento frívolo de una cuestión grave, ni nada más frívolo que el dramatismo expositivo. ZP advirtió que España, Francia e Italia habían decidido no quedarse quietos sobre lo que acontecía en Israel. Y así, sin más, habló de una nueva conferencia de paz sobe Oriente Próximo, precedida de un cese de hostilidades e intercambio de prisioneros. Naturalmente, Chirac mostró público entusiasmo por la iniciativa, señal evidente de que continúa considerando a ZP un palomo de una ingenuidad muy divertida.
El problema de ZP es el de la equidistancia. Bajo el concepto de paz, que todo bien nacido debe aplaudir, une a tirios con troyanos y a las ovejas con carneros (e incluso a los carneros entre sí). Porque claro, entre israelíes y palestinos hay unas cuantas diferencias: los palestinos se niegan a reconocer el Estado de Israel y Hamas, vencedor de las últimas elecciones, tiene como objetivo el mismo que Irán: la aniquilación del Estado hebreo. En esas circunstancias es difícil sentar a la mesa a dos interlocutores en condiciones de igualdad.
Tampoco ayuda mucho el hecho de que ZP, en su afán por vender la Alianza de Civilizaciones, permitiera que su socio, el turco Erdogán, pusiera a Israel como no digan dueñas, y evitando toda alusión al terrorismo palestino. Digamos que el Gobierno de Jerusalén no le considera el hombre bueno e imparcial capaz de sentar a la mesa a las dos partes enfrentadas. Porque ZP sólo se juega su prestigio internacional suponiendo que le quede algo-, pero los judíos se están jugando la supervivencia.
En el frente interior, la política de Zapatero es muy similar: iguala a los etarras y batasunos con sus víctimas. Incluso se está superando, porque algunos diputados y periodistas socialistas se han lanzado a por los familiares de las víctimas de ETA como si realmente fueran los verdugos. Y claro, ni tan siquiera para obtener la paz puede cometerse la injusticia de homologar al asesino con su víctima. Temo ser insistente: pero no habrá paz sin justicia y no habrá justicia sin perdón, es decir, sin arrepentimiento. Los etarras, como se puede ver en la jaula transparente de la Audiencia Nacional, no sólo no se arrepienten de sus actos verdadero gozne de todo el proceso- sino que se crecen y ensoberbecen, mofándose del dolor que ellos mismos han provocado.
A ZP todo eso le es igual. Todavía no sabe que la paz externa es una gran tontería, que apenas tiene duración en el tiempo. Si el corazón no se convierte, es decir, si no se consigue la paz interna, no hay nada que hacer. Si ETA lleva 3 años sin matar es porque se debilitó, especialmente desde que sus asesinos se volvieron cómodos. La generación actual de aspirantes a pistoleros no está dispuesta a afrontar la dura lucha en la clandestinidad, que ha marcado a sus mayores de por vida. Lo que ha hecho ZP no es atraer a los verdugos hacia la paz, sino proporcionarles oxígeno para mantener la mima chulería en condiciones de igualdad y equidistancia con el agredido. Es decir, luchan por lo mismo : independencia y tiranía, sólo que ZP les ha otorgado mayor respetabilidad. La capacidad de ZP para igualar a los desiguales es inconmensurable.
Ni que decir tiene que Jacques Chirac aplaudió con idéntico entusiasmo que el plan de paz para Oriente Medio, las negociaciones con ETA. Como que él no tiene víctimas a las que hacer justicia. Así, los franceses se ahorran el contagio etarra hacia el territorio vasco-francés, las esotéricas demandas de los Otegi boys a París, mientras la humillación, la injusticia y la ausencia de reparación se las tragan las víctimas españolas.
Es lo que podíamos llamar el método ZP: arreglar el mundo por equidistancia y en alta velocidad. Si hubiera un Nobel a la Frivolidad mejor, un Príncipe de Asturias- ya sabemos quién tendría asegurada la candidatura.
Eulogio López