El próximo 20 de julio, el presidente Zapatero dará una respuesta definitiva al presidente cántabro sobre el conflicto en relación al AVE a Cantabria. No hay una decisión tomada, pero parece que la solución pasa por un enlace con el AVE a Bilbao. ¿El objetivo? Que todas las CCAA puedan estar conectadas con Madrid en un máximo de 3 horas y media. Un tiempo y confort que el ministro estima como competitivo.
Las cosas deben de estar claras porque los empresarios cántabros ya le han tirado de las orejas a Revilla. Le han dicho que ni se le ocurra romper el pacto de Gobierno por una chorrada. Revilla sabe además que sus días están contados como el acuerdo se rompa. Así que suena más a perro ladrador, pero poco mordedor.
Por eso, Blanco se permite no aprovechar su viaje a Santander para tratar de limar asperezas. Dice que tiene máximo respeto institucional y que personalmente me lo paso muy bien. Pero si fuera verdad que el pacto de Gobierno estuviera en riesgo, haría lo imposible por verle. Sabe que no es así. Y duerme tranquilo. Otro día.
No sólo eso, sino que arremete duramente con el presidente cántabro al que acusa de pedir que el AVE llegue a Cantabria -una comunidad de 500.000 habitantes- por dos vías. Eso sencillamente es inviable, yo me opuse a que el AVE a Galicia tuviera dos entradas y en Galicia hay mucha más población. Es decir, menos bromas y vamos a hablar. Pero con seriedad y razonabilidad. Eso sí, no parece apearse de su compromiso de tres horas y media. Cuando el AVE llegue a Valencia seremos el país del mundo con más AVE y no somos el país con mayor PIB ni con mayor renta per cápita. Va a ser que no. ¿La respuesta definitiva? El próximo 20 de julio.