Almuerzo de lujo, el celebrado la pasada semana entre Antonio Fernández Galiano, presidente de Unedisa y el primer ejecutivo de A-3 TV, Silvio González. A instancias del primero porque Unedisa tiene un problema, llamado Veo TV. Un doble problema: en vísperas del apagón analógico, no sabe qué hacer con Veo TV y, encima, su valoración en libros es muy elevada. Como se da la circunstancia de que Unedisa, donde se engloban El Mundo, Expansión y Marca, es propiedad de los italianos de Rizzoli (RCS), que a su vez circula en bolsa, la cotización podría resentirse.
La antidemocrática tendencia española, no ya al oligopolio, sino al duopolio televisivo, es tremenda tras la unión entre Cuatro y Tele 5, entre los Polanco y Berlusconi, que viene a ser algo parecido al apareamiento de pulpo y serpiente. A partir de ahí a José Manuel Lara le entró la prisa por fusionarse con Mediapro-La Sexta, lo más florido, o al menos granado, del Zapatismo, momento aprovechado por el mediapropero Jaume Roures para jugar el papel de doncella reclamada y desdeñosa. El duopolio de la telebasura alcanzaba su cénit.
Pero la cosa no termina ahí. Unedisa cierra las cuentas del 2009 con la imperiosa necesidad de bajar de los 30 millones de euros en pérdidas. Y lo peor: no sabe qué hacer con el juguete televisivo por el que tanto luchó. Por eso, Antonio Fernández-Galiano se ha ido a ver a Silvio quien, con el ofrecimiento, siempre puede presionar a Jaume Roures. Y ojo, aunque no se está negociando eso, el aparato de papel de Unedisa (el segundo diario de información general más leído de España, el primero económico y el primer deportivo), podrían entrar en el paquete. A fin de cuentas, la televisión está difícil pero la prensa está peor: se muere.
La operación se enmarca dentro de la reducción del pluralismo televisivo, la gubernamentalización de la TV y la telebasura. Es el medio que mejor controla Zapatero.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com